Una TI de cine

por 23 Sep 2009Estrategia

Los comienzos del cine tienen dos hechos curiosos. Pensamos que en los albores del celuloide, a finales del siglo XIX, sólo se hacían películas en blanco y negro y que el color vino mucho después. Pero no es así: algunas de las primeras películas de cine ya eran en color. Unos pocos meses después de que los célebres hermanos Lumière asombraran a un escaso público con la llegada de un tren, Edison presentó una breve película en la que la reconocida bailarina Annabel ejecutaba la llamada danza serpentina. Esta película tenía color.

Sin embargo, aquello no causó sensación. La razón era clara. Lo maravilloso del cine, lo que le hacía único y distinto de cualquier otro hecho cultural, era que representaba el movimiento. Mostrar colores no estaba mal, pero eso ya lo hacía la pintura. Por ver colores no se pagaba una entrada; ver el movimiento, sí tenía valor. Ésa es la esencia del cine: movimiento.

Hace unos meses se ha publicado una sorprendente encuesta de CIOnet reflejando las acciones que los CIO van a tomar en estos momentos tan apasionantes. Como cabía esperar, la reducción de costes es una prioridad inexcusable. Aquí se halla lo sorprendente. Con el fin de reducir los costes de las TI, la mayoría de los directores encuestados apuestan por acciones tales como revisar los contratos con proveedores o utilizar tecnología de comunicaciones que evite desplazamientos. Son como los colores en el cine: no está mal, pero eso ya lo hace cualquier departamento de soporte.

Si queremos sobrevivir como departamento de TI, tenemos que hacer cosas propias de la TI. Si hacemos lo mismo que hacen otros, nos verán como a otros. Si sólo llevamos a cabo acciones que puede hacer cualquier departamento de soporte, como es revisar los contratos con proveedores, se nos verá como a cualquier departamento de soporte. No se percibirá nuestro valor, porque así no lo tenemos, y en unos meses habrá un pliego de externalización.

¿Para qué sirven las TI? ¿Qué hace la función de TI que sólo ella haga? Mirando con detenimiento la esencia de su existencia, la función de TI tiene un doble cometido: asegura que los procesos de negocio actuales estén disponibles, y asegura que nuevas funcionalidades, o nuevos procesos de negocio estén disponibles cuando el negocio lo necesite. Esto es lo específico de las TI: esto es el movimiento en el cine.

El siguiente paso será medir este hecho único y propio de la TI para tenerlo controlado y determinar la eficacia de las acciones de mejora que se ejecuten en su favor. Por ejemplo, precisar el número de horas de productividad perdidas en el negocio por causa de un error en la TI. Reducir esta métrica significa disminuir costes de mantenimiento e incrementar la facturación del negocio. Por esto, el negocio sí paga una entrada para vernos.

De la misma forma que nos gusta más ver películas en color que en blanco y negro, además habrá que revisar los contratos con los proveedores. Pero esto será “además”. Si “sólo” nos dedicamos al color, es decir, a apretar a los proveedores, nadie verá nuestra diferencia con una hermosa pintura de un externo, que además es más barata.

El otro hecho curioso de los albores del cine radica en que en aquellos años el espectáculo no sólo era ver una cierta película, sino que incluso se enseñaba con emoción la tecnología que permitía tal maravilla, es decir: el proyector. Con el tiempo esa emoción ha desaparecido, y hoy en día nadie se asombra ante un cinematógrafo. Hagamos que no se pierda la emoción por la TI, a través de su único “movimiento”.

La TI tiene un doble cometido: asegura que los procesos de negocio actuales estén disponibles, y asegura que nuevas funcionalidades estén disponibles cuando el negocio lo necesite

Publicado en Computing, nº 609, 23 de septiembre de 2009

 

 

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