Un topoema para la innovación

por 1 Mar 2014Estrategia, Innovación

Octavio Paz creó el término «topoema» a ese texto que es en sí toda una poesía; buena inspiración para una organización que quiera ser en sí toda una innovación

Este artículo comienza con un topoema. En este año 2014 celebramos el nacimiento de Octavio Paz, poeta galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1990. Octavio Paz acuñó el término de topoema para ese tipo de poesía espacial, donde la letra no se encuentra encadenada a la línea. La idea no es original de Octavio Paz, pues Mallarmé y Apollinaire ya practicaron antes un tipo de poesía visual. Sí queda en el haber de Octavio Paz la creación del término topoema con la publicación en 1969 de su libro homónimo.

Con los topoema la letra juega con el espacio, haciendo que todo el espacio sea poesía. Por fin la poesía se libera de la rigidez de la estructura, del encadenamiento lineal y del punto y seguido. Octavio Paz innovó la poesía haciendo que ésta pasara a ocupar toda la plaza pública de la hoja en blanco. Cabría pensar si para innovar también debemos ocupar todo el espacio jerárquico de una organización. Si en un topoema, todo el espacio es poesía, por qué no pensar en una “toponovación” (topo + innovación), donde toda la organización sea innovación.

Roles para la innovación

Los roles ligados a la innovación están cambiando. Las organizaciones innovan en productos e innovan en roles. Y con ello complican su estructura.

Desde un punto de vista operativo se habla, por ejemplo, de los nueve roles para la innovación: el revolucionario, el recluta, el conector, el artista, el campeón de cliente, el resuelve problemas, el juez, el mago y el evangelista. Más que roles debemos entender tales como caracteres de las personas. Dependiendo del carácter particular, se acercan a la innovación de una forma u otra. Cada una de estas personalidades es necesaria en el juego de la innovación. En el arte de una organización se encuentra el saber identificar dichas personalidades y darles la responsabilidad adecuada.

Estos roles podrían ser las palabras de nuestra toponovación y con ello comenzamos una posible escritura. Haca falta saber quién puede tener la visión de conjunto que distribuya las palabras por el espacio. Llegamos a los Directores llamados de nivel C (CxO).

Si en topoema todo el espacio es poesía, por qué no pensar en una «toponovación» (topo+innovación), donde toda la organización sea innovación

También existe abundante literatura al respecto, cuestión no de extrañar, pues en este mundo existe sobrada literatura de cualquier tema (máxime hoy en día, donde publicar es fácil debido a las redes sociales). Se habla de crear nuevos roles para los directores de nivel C; roles que favorezcan la innovación. Luis Gallardo habla de crear Directores de nivel C que atiendan los 6 retos de una organización actual, que se agrupan en 6Rs. Cito los retos en inglés para acomodarlos fácilmente a las 6Rs: reason, revenue, rousers, reputation, relationships y resilience. Siguiendo esta visión, debería existir, por ejemplo, un Chieff Reputation Officer, o un Chieff Rouser Officer, dentro del Comité de Dirección de la organización.

A tales CxO ligados a la innovación hay que añadir los habituales y consuetudinarios: CEO, CFO, COO (¿CIO?), etc. Demasiado CxO para un mismo espacio. Tanto elemento emborrona el papel y hace perder la poesía. El exceso de CxO inevitablemente lleva mi pensamiento al Principio de Peter. No por la cuestión de la incompetencia en sí, sino por las ideas de “sublimación percuciente” y “arabesco lateral”: la incompetencia se disfraza de un título largo o difícil de explicar. Una toponovación debe ser clara y sencilla de explicar.

De una manera más genérica, más abreviada y concisa, existe el Chieff Innovation Officer (abreviadamente CINO, pero cada vez es más común verlo como CIO), que responde de manera fiel a su cometido. El pasado mes de diciembre se celebró en Nueva York el “Chief Innovation Officer Summit”, al cual acudieron respectivos CINOs de empresas como Lockheed Martin, Hyatt o World Bank. Recientemente la antigua CIO de BlackBerry, Robin Bienfait, ha sido nombrada Chieff Innovation Officer en Samsung. Esto significa que este galardón sí tiene más calado que otras aventuras. El CINO parece que escribe topoemas.

Pero Apple, paradigma de la innovación, no tiene Chieff Innovation Officer. Críticos de la innovación cifran en ello su éxito. Pero también en el hecho de que el propio CEO actúa como CINO. Se puede decir que la función existe, no de forma explícita, pero sí sus responsabilidades. Con ello llegamos a la raíz del topoema de la toponovación.

Transversalidad y poesía del espacio de la innovación

La idea del CINO tiene su fundamento. La innovación de hoy en día necesita de una transversalidad, que traspasa la organización hasta el exterior. La innovación debe poner distintos equipos en sintonía, pues innovar no es sólo la generación de nuevos productos, sino cambios en la organización o en los procesos de operaciones o ventas. Y estos equipos deben estar en sintonía con el exterior. Con la gestión real de la innovación abierta.

Empresas como Procter & Gamble tienen en marcha el portal “Connect + Develop” donde cualquier persona puede ofrecer una solución a una necesidad concreta. Lego, a través del portal “Lego Cuusoo” permite a los usuarios ofrecer nuevos diseños, los cuales, si son aceptados por más de 10.00 usuarios, un comité analiza la idea. Es la unión de la innovación abierta con el crowdsourcing. Es ocupar un mayor espacio, salirse de la restricción que impone la línea, la jerarquía.

El responsable de la innovación debe tener lo más difícil de explicar: ciencia y poesía

La innovación de hoy en día requiere de nuevos perfiles que van más allá de la comprensión exhaustiva de un nuevo producto. El CINO es más que un diseñador de productos. Debe tener dicha visión transversal y una comprensión amplia que permita identificar un nuevo progreso y encajar todas las piezas, dentro o fuera del puzle. Esta visión puede estar en una figura como el CINO o en el propio CEO o en cualquier otro CxO. La visión debe existir y debe estar en un CxO, con el doble objetivo de alinearse con la estrategia y poder tomar perspectiva del poema espacial que escribe.

Pero para que el poema de la innovación sea tal y no se quede en lo prosaico de un borrón el responsable de la innovación debe tener lo más difícil de explicar: ciencia y poesía. Menos especialización y más diversidad; menos conocimiento técnico y más creatividad. Volver al humanista que encuentra el maridaje perfecto entre arte y técnica. Nuevas habilidades para nuevos tiempos. El conocimiento en caligrafía de Steve Jobs que permitió distinguir a los ordenadores de Apple.

La innovación abarca todo el espacio de la organización y más allá. No está restringido a una línea, a un departamento. Necesita de la visión elevada, en espacio y espíritu, que permita dar a cada pieza su ubicación ideal para crear lo nuevo y lo bello. Es la toponovación, la poesía de la innovación en toda la organización.

Terminamos con Octavio Paz, animando a dibujar:

Yo dibujo estas letras
como el día dibuja sus imágenes
.

Publicado en Leaners Magazine nº 4, Connecting Everything, pp. 10-11

 

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