Sacerdotes ChactGPT

Sacerdotes ChactGPT

Sacerdotes ChactGPT

ChatGPT parece nuestra nueva pitonisa que dice la verdad. Gran riesgo

 

En la antigua Grecia se acudía al oráculo de Delfos para tener respuesta a cualquier pregunta. Hoy tenemos a ChatGPT. El oráculo de Delfos era respetado como infalible y sus respuestas eran muy bien valoradas. Se entendía que la pitonisa, sentada en su trípode en la zona sagrada del templo de Apolo, entraba en conexión directa con las divinidades y sus palabras solo podían ser verdad. Verdad. Eso es lo que podemos llegar a pensar de ChatGPT. Ése es el riesgo.

ChatGPT es un chatbot basado en GPT-3, que es lo que se llama un LLM (Large Language Models), es decir, un modelo de lenguaje grande. Google tiene otro, llamado LaMDA, del cual un ingeniero aseguró que tenía sentimientos, dada la afectividad con la que respondía a sus preguntas. Pensó que su pitonisa era de este mundo y fue despedido. Una pitonisa no es mundana. Bloomberg ha creado BloomberGPT como LLM especializado en temas financieros.  La consultoría financiera tiembla en su trípode, pues le ha salido competencia.

Adiós, mentes pensantes

Si eres peluquero, ebanista o reponedor en lineales de supermercados, puedes estar tranquilo. Pero si eres analista financiero, matemático o poeta, debes empezar a preocuparte. Así lo revela un estudio sobre el impacto de los LLM en el trabajo. Concluye que el 19% de los trabajadores pueden ver impactada su actividad en un 50%; y algunos oficios, como los anteriores, impactados en un 100%.

Esto sin duda supone un riesgo para ciertos empleos. Pero como daño colateral surge otro riesgo aún mayor, que afectaría a toda la sociedad. Consiste en pensar que cualquier LLM dice la verdad. No sé si la pitonisa tenía conexión con la divinidad y si sus declaraciones eran ciertas. Pero sí sé que los LLM están conectados con una forma particular de ver el mundo, la cual no tiene por qué ser la verdadera.

El futuro de los empleos radicará en saber preguntar, pero también en saber entender el porqué de una respuesta

La palabra clave en un LLM está en la M de “modelo”. Un LLM es un modelo de lenguaje. Es una simulación de una forma particular de hablar y de crear mensajes. ¿Cuál? La que hayan decidido sus creadores. Por ejemplo, OpenIA, hacedores de ChatGPT, dicen abiertamente que han entrenado su sistema para elaborar textos largos porque así las respuestas parecen más completas. Además, ha sido entrenado mediante unas personas que le han dicho lo que es una buena respuesta y lo que no. ChatGPT es una pitonisa conectada con la divinidad terrena OpenIA. ¿Coincidirá su visión sobre lo que está bien o no con la mía? No necesariamente.

Nuevos sacerdotes

No todo está perdido. Se dice que la pitonisa, una vez recibida la consulta, y tras haber entrado en trance, respondía a un sacerdote, el cual interpretaba sus palabras y las escribía en verso para entregarlas al peticionario. ¡Esa es nuestra salvación, convertirnos en sacerdotes de ChatGPT!

La caída de unos trabajos trae el auge de otros. El futuro de los empleos en la economía del conocimiento, amenazados por estos LLM, radicará en saber preguntar y en saber entender el porqué de una respuesta. Quizás no bastará con hacer una sola pregunta a un LLM para entender una situación, sino en hacerle varias, de distintas formas para extraer la respuesta final analizando sus respuestas particulares. Un conocimiento que implica saber cómo funciona una red neuronal, de la misma forma que sabemos cómo funciona una enciclopedia y qué entradas hay que consultar hasta tener la respuesta definitiva.

Se dice que Alejandro Magno fue a Delfos a preguntar si vencería en sus batallas. La pitonisa rechazó contestarle en ese momento. Alejandro, enfurecido, agarró al oráculo por los cabellos y la arrastró fuera del santuario hasta que ésta gritó: ¡Eres irresistible! Alejandro entendió que esa era la respuesta y conquistó el mundo. Saber entender las respuestas es clave.

Publicado en DigitalBiz

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